martes, 10 de febrero de 2009

Orestes Vilató lanza It's about time

El percusionista cubano Orestes Vilató puede presumir, a sus 64 años de edad, de tener el respeto y la admiración de colegas músicos de géneros tan diversos como el rock, la salsa y el latin-jazz, estilos en los que se mueve como pez en el agua, a tal punto que ha acompañado, en más de cien discos, a artistas de la talla del guitarrista mexicano de rock Carlos Santana, la cantante cubana de pop latino y salsa Gloria Estefan y el salsero panameño Rubén Blades, entre otros.

Sin embargo, de manera paradójica Vilató (Camagüey, 1944) solamente tiene cinco discos con el nombre de su primer grupo, Los Kimbos. El sexto de su carrera, It's about time (Ya es tiempo), saldrá el próximo 10 de febrero y en él presenta diez descargas de vértigo que van del jazz al guaguancó y de la salsa al bolero.

Es un disco sin un acorde de desperdicio y en el cual colaboran otros músicos de alto vuelo, como la pianista estadounidense Rebeca Mauleón, el saxofonista colombiano Justo Almario y el cantante cubano Adonis Puentes, entre otros.

Vilató, en entrevista telefónica desde su casa en San Francisco, California, ríe ante la mención de su legendaria fama.

"Soy un músico humilde que trata todos los días de aprender algo, porque todavía no sé todo lo que hay que saber en la música", asegura Vilató con voz serena. "No hago distinciones porque para mí no hay géneros, la música solamente es una".

El timbalero explica que su nuevo disco representa lo que él es como músico. Incluso asegura que no diría que su obra es salsa o jazz. Califica el disco como world-music porque tiene sonidos antillanos y fusión con muchas cosas, y tiene canciones clásicas del repertorio cubano como Olvido, del legendario Trío Matamoros, y Las boinas de Cachao, del contrabajista cubano Israel Cachao López, mezclados con temas suyos y de Mauleón, como Remembering Ray y Despedida.

El percusionista asegura que la creación del disco, bajo la producción de Mauleón, fue algo "mágico" porque cuando estaba preparando los temas él soñaba un arreglo y se lo presentaba a la pianista, entonces ella le decía que su arreglo, para el mismo tema, era casi idéntico al que él le mostraba.

"¡Dime si eso no es magia! Trabajar así con esa conexión es muy fácil porque todo fluye muy naturalmente en el estudio", explica el artista.

Portada del nuevo disco de Orestes Vilató que resume todas sus pasiones musicales del jazz a la salsa. (Fotos: Gentileza de Barón Media Relations)

Vilató llegó con su familia a Estados Unidos desde Cuba a finales de la década de los 50 y se asentó en Nueva York, en donde comenzó a tocar en los grupos puertorriqueños de charanga como el del conguero y cantante Ray Barreto.
Después comenzó a colaborar como músico de estudio para jazzistas estadounidenses, como el vibrafonista Lionel Hampton, el baterista Mel Lewis y el trompetista Thad Jones.
En aquellas grabaciones lo descubrió el productor y flautista dominicano Johnny Pacheco, quien lo invitó a la primera grabación de la orquesta Fania All-Stars, con la cual grabó los discos Live at the Red Garter (1968) y Live at the Cheetah (1971).

Vilató aseguró, desde su casa en San Francisco, California, que todos los días quiere aprender algo nuevo.

"De aquellos años, un músico que me marcó la vida fue Ray Barreto. Fue como un padre para mí. Jamás me dijo cómo tocar, siempre dejó que desarrollara mi estilo y que improvisara como yo quisiera, me dio mucha seguridad", asegura Vilató con emoción en la voz.

Vilató después formó parte de la banda de Santana durante nueve años. Se unió en 1980 y su primer disco a su lado fue el Zebop! (1981), en el cual grabó una improvisación de percusión y voz de música tradicional cubana en el tema E papa ré, que ahora es considerado como un clásico en el repertorio del guitarrista mexicano.
El percusionista rememora que Santana requirió sus servicios a mediados de la década de los 70, pero explica que no pudo unirse a él porque para entonces tenía contrato con otra disquera. Asegura que le agradeció la cortesía y que, tal vez, en el futuro podrían volver a hablar sobre el tema.

Un lustro más tarde, Vilató terminó su contrato y Santana lo llamó para saber si todavía estaba interesado en colaborar con él. El guitarrista mexicano, cuando escuchó su propuesta afirmativa por teléfono, le dijo: "¡Orestes tengo cinco años poniendo veladoras para que tú pudieras unirte a la banda!", cuenta entre carcajadas el percusionista cubano.

Sobre su nuevo disco, Vilató asegura que es un compendio de todos sus gustos y pasiones musicales, en el que quiere mostrar la evolución de la percusión cubana desde los timbales y los bongos tal y como él la entiende desde sus orígenes hasta nuestros días.

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